Nội dung text GUERRA ESPIRITUAL - RICHARD ING.pdf
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Acerca Del Autor. Dr. Ing es el Pastor Principal de Light of the World Missions (Misiones Luz del Mundo) en Hawai y las Filipinas. El obtuvo un Doctorado en Ministerio y es Vice-presidente del New Covenant International Seminary and Bible College (Seminario y Universidad Internacional del Nuevo Pacto). El Dr. Ing también dirige un instituto bíblico, una casa misionera y un centro de adiestramiento vocacional en las Filipinas. Es orador frecuente sobre la guerra espiritual en Fiji, Vanuatu, India, China, Hong Kong, Sin-gapur, Sarawak, Bulgaria, y las Filipinas, como también en los Estados Unidos. El Dr. Ing fue ingeniero civil antes de graduarse en leyes del Hastings College of the Law (Facultad de Derecho de la Universidad Hastings) de San Francisco. Recientemente se retiró después de cuarenta años de practicar leyes. Tiene más de cuarenta años de casado, tiene cuatro hijos, y, en la actualidad reside en Hawai, lugar donde nació y creció. Introducción. No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehouá de los ejércitos. Zacarías 4:6. Muchas iglesias evitan el tema de la liberación o del echar fuera demonios. Algunas dicen que al hablar del diablo se le da la victoria. Otras simplemente le temen al asunto. Incluso hay otras que no creen en los espíritus malignos o en un Satanás que existe en persona. La mayoría de éstas habla en base a su ignorancia o miedo. Este manual intenta disipar el temor innecesario e intenta crear un simple patrón que la mayoría de cristianos pueda seguir. Originalmente se pensaba que fuera un bosquejo de estudio para los santos de Light of the World Missions (Misiones Luz del Mundo). A medida que el texto creció en volumen, comenzamos a darnos cuenta que este manual sería útil para muchas iglesias; por consiguiente, modificamos el texto para presentar más ampliamente el tema. Un manual de este tipo realmente no tiene fin, puesto que Dios casi todos los días añade nuevo conocimiento. El echar fuera demonios no es algo nuevo en la iglesia— simplemente se ha dejado en el olvido. En la actualidad, Dios está restaurando la liberación en el cuerpo de Cristo; de manera que necesitamos un nuevo conocimiento de la liberación y la guerra espiritual. Una noche, hace varios años, tres ancianos se me acercaron con la noticia de que Dios me había nombrado el maestro de su iglesia. “Bueno, Dios no me ha dicho nada todavía”, les contesté. A la mañana siguiente, mientras me arrodillaba para orar, repentinamente recibí una visión. Me vi sentado en la última fila de un auditorio lleno de soldados vestidos con uniformes de combate. Me vi caminando por el pasillo hacia el frente y colocándome detrás de un podio. Tres hombres estaban a mi izquierda. De repente escuché una voz decir: “Hijo, te he llamado para que le enseñes a mi ejército”. Desde entonces, Dios ha confirmado mi llamado muchas veces por medio de varios profetas y visiones. Para entonces, ya estaba muy envuelto en el ministerio de liberación. Mi esposa y yo con frecuencia echábamos fuera demonios y sanábamos enfermos—obtuvimos nuestro conocimiento casi al azar, por medio de fracasos y éxitos. Dios
nos reveló muchas cosas y crecimos rápidamente. Era emocionante ver ángeles y escuchar al Espíritu Santo mientras nos guiaba en las batallas. A medida que pasaba el tiempo, comenzamos a leer acerca de las experiencias de otros y nos deleitábamos en saber que ellos también habían recibido muchas revelaciones y demostraciones idénticas. Hemos aprendido tanto de los demás en el ministerio de liberación. La liberación es una ola que no puede ser detenida porque proviene de Dios. Está aquí para quedarse. Hace unos once años, comencé a enseñar sobre la guerra espiritual por lo menos tres veces a la semana. Eventualmente, esto me llevó a otras iglesias y países. En 1990, escribí un manual para ser usado en la iglesia local. Éste era una compilación de varios bosquejos y sermones que había presentado en el pasado. Este libro es el resultado de todo ello. La liberación no es una suma total del caminar cristiano. Al final, Dios siempre mira el corazón y el proceder de los hombres (Salmos 7:9). El amor, la humildad y la verdad siempre serán nuestra norma y meta, pero necesitamos ir más allá de los principios fundamentales del cristianismo, buscando la perfección en Cristo. Este libro no lo perfeccionará a usted. Solamente el Espíritu Santo puede guiarle a la verdad. No obstante, le ayudará en su andar con el Señor. Oro para que usted nunca se rinda en su búsqueda por ser como Él.
Capítulo 1 ¿Pueden Tener Demonios Los Cristianos? La pregunta para los ministerios de liberación: “¿Pueden tener demonios los cristianos”? no es una exageración. Las experiencias con miles de sesiones de liberación no me dejan dudas en mi mente de que los cristianos no sólo pueden, sino que tienen demonios. Un famoso maestro, Frank Hammond, dice: “La pregunta no es si los cristianos pueden tener demonios, sino por el contrario, ¿puedo alguna vez encontrar cristianos sin demonios?” La gente se pone de pie en los servicios y declara: “¡Yo no tengo demonios!” Sin embargo, el demonio del orgullo se ve manifestado en sus rostros. Sospecho que la mayor oposición para la liberación proviene de uno de los dos, el temor y el orgullo. Las personas que le temen a los demonios y al mismo pensamiento del demonio no quieren que se les involucre. Para ocultar su temor, éstos empiezan una formación de doctrinas o sugieren pasajes bíblicos para probar que los demonios no existen o que los cristianos no pueden tenerlos. Si su temor es tan grande, ninguna cantidad de persuasión los convencerá de otra manera. El orgullo viene cuando una denominación o iglesia oficialmente ha adoptado la posición de “no hay demonios en los cristianos”. Es difícil cambiar doctrinas o posiciones una vez que han tomado una acción pública. Nadie quiere admitir errores en su doctrina si eso afecta su reputación. El “prestigio” viene a ser más importante que la verdad. Ocasionalmente, una iglesia se sienta entre dos fuegos, declarando que los cristianos no pueden tener demonios pero admitiendo que los demonios pueden merodear en lo exterior. Emplean una cantidad de pasajes para apoyar el argumento de que los cristianos no pueden tener demonios viviendo en ellos. Algunos citan Segunda de Corintios 6:14 que dice: “¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y nacidos de nuevo y que hablan en lenguas, incluyendo muchos pastores carismáticos. Si usted no cree que los cristianos pueden tener demonios, le sugiero que asista a varias sesiones de liberación. No juzgue hasta que usted haya investigado el asunto cuidadosamente. Es importante conocer la verdad en estos tiempos finales. Si los demonios pueden residir en el cuerpo humano, ¡entonces deben ser echados fuera!