Nội dung text La Mujer del Proceso (Gaby) @teamklaynd.pdf
PRÓLOGO Después de un día de trabajo bastante pesado en el que tuvo que maquillar a la cliente más insoportable de los últimos meses, llegó a casa decidida a preparar la cena para ella y su novio. Al cruzar la puerta se quedó muda de la impresión, faltaban algunas de las cosas que logró comprar a base de esfuerzo y sacrificio. No estaba el televisor de sesenta pulgadas que compró a plazos, animada por su novio poco antes de que empezara el mundial de fútbol, así como tampoco había rastro del computador que solían tener sobre la mesa del comedor. —Me robaron —murmuró, obligando a sus pies a moverse. Se movió por el pequeño departamento, prácticamente arrastrando los pies, para confirmar que efectivamente alguien le había robado. Faltaban únicamente las cosas de más valor, todo lo demás estaba en su lugar. Iba a llamar a su novio cuando vio un sobre blanco en medio de la cama.
Lo tomó con manos temblorosas, lo abrió y sacó la solitaria hoja que contenía. Conforme leía, sus ojos se fueron llenando de lágrimas, mismas que se convirtieron en un llanto desgarrador cuando terminó de leer y la infame hoja se escurrió entre sus dedos. Rafa No tienes idea de lo difícil que fue escribir esto, pero no encontré otra manera de terminar con esta relación, haciéndote el menor daño posible. Eres una buena persona y por mucho tiempo creí que eras la mujer perfecta, con la que iba a formar mi propia familia. Sin embargo, descubrí que por muy buena que seas, no eres la mujer que necesito para cumplir mis metas personales y profesionales. No dudes ni por un momento de que te quise, estoy enormemente agradecido por tu apoyo y por creer en mí cuando nadie más lo hizo, pero nuestros caminos deben separarse aquí y ahora.
Te pido que no intentes contactarme, así te será más fácil olvidarme y seguir con tu vida. Te deseo lo mejor y espero de todo corazón que algún día encuentres un hombre hecho a tu medida, uno que pueda darte la felicidad que yo no. Mientras se deshacía en lágrimas, se preguntaba qué pudo hacer mal para que su novio se largara de buenas a primeras y para rematar, robándole las cosas que tanto le costó conseguir. Siempre estuvo pendiente de él, apoyándolo mientras terminaba su carrera en la universidad, poniendo sus necesidades por encima de las suyas. —¿Por qué? —murmuró, dejándose caer sobre la cama en donde estalló nuevamente en llanto. Por su mente pasaron todas las imágenes de las cosas bonitas que vivió junto al hombre que pensó que sería el primero y el único en su vida, se lo había dado todo y la estaba dejando de esa manera tan fría y cruel. Y no crean que no intentó llamar a ese hombre para pedirle una explicación distinta a esa mísera carta, pero