Nội dung text Clase 13-Inmunidad de las mucosas.pdf
1 | P á g i n a El tejido linfoide asociado a las mucosas (MALT) comprende varios tejidos que pueden ser clasificados: → GALT: Tejido linfoide asociado al tubo digestivo. → BALT: Tejido linfoide asociado al árbol bronquial. → NALT: Tejido linfoide asociado al tracto nasofaríngeo. → Tejido linfoide asociado a la glándula mamaria. → Tejido linfoide asociado a las glándulas salivales y lagrimales. → Tejido linfoide asociado a los órganos genitourinarios. → Tejido linfoide asociado al oído interno. La mucosa digestiva y respiratoria juntas cubren una superficie de alrededor de 400 m2, aproximadamente lo mismo que una cancha de básquet, por lo cual, por una cuestión solamente de área es el principal sitio de entrada de los antígenos. Por lo tanto, el sistema inmune lo que va a hacer es ubicar al 70- 80% de linfocitos T y B próximos a las mucosas para proteger al cuerpo de los antígenos que vengan del exterior. La mucosa intestinal tiene vellosidades con criptas y está tapizada por células que se llaman enterocitos, entre otras, los cuales a su vez poseen microvellosidades. Todo esto hace que haya un área que posibilite la mayor absorción de nutrientes, aunque provea un área enorme de entrada para posibles antígenos. Primera barrera de defensa La primera barrera de defensa de la continuidad del epitelio, es decir, las células epiteliales se unen entre sí a través de uniones muy fuertes, como las moléculas de cadherinas (requieren de calcio) que unen las cadherinas de una célula con las cadherinas de otra. También hay ocludinas. Por otra parte, la integridad de este epitelio (se renueva cada 3 o 4 días) es muy importante. La permeabilidad del epitelio a los antígenos es variable, por ejemplo, en situaciones inflamatorias donde prevalece el interferón gamma y el factor de necrosis tumoral alfa se debilitan las uniones entre células, principalmente las uniones estrechas, y esto permite que algún antígeno pueda ingresar por vía paracelular. En situaciones donde hay citoquinas antiinflamatorias, situación normal de la mucosa, prevalecen el factor de crecimiento transformante beta y la interleucina 10, que disminuyen la permeabilidad del epitelio a los antígenos, ya que contienen las uniones bien consolidadas entre células. Inmunidad de las mucosas
2 | P á g i n a Componentes esenciales de la inmunidad antimicrobiana de mucosas Este epitelio está formado por: → Enterocito, que son las principales células involucradas con el proceso de absorción de nutrientes. → Células M → Linfocitos CD8+ intraepiteliales → Células de Paneth (péptidos antimicrobianos) → Células de Globet o calciformes (mucinas) Las mucinas secretadas por las células de Globet o calciformes son glicoproteínas, están llenas de hidratos de carbono por lo que atraen agua, y son muy pegajosas y forman un moco espeso en el cual quedan embebidas las bacterias, y eso impide que los microorganismos se asienten sobre la cara apical de los enterocitos. Por otra parte, las células de Paneth fabrican y secretan proteínas antimicrobianas, como son las defensinas, catelicidinas, lisozimas y lactoferrinas. Por ejemplo, la lactoferrina secuestra hierro, el cual es un componente esencial para el microorganismo. Además, tiene efecto lítico cuando se asienta sobre sobre las bacterias. Las lisozimas es una enzima degradativa que hidroliza el peptidoglicano de las bacterias. Además de todos estos tipos celulares también poseemos la microbiota o flora comensal. Esta bacterias compiten por los nichos y los nutrientes. Otro componente más es la IgA secretoria, que tiene una conformación dimérica, y es secretada por los plasmocitos tanto de B1 como B2 que se encuentran en lámina propia, que mediante un proceso denominado transcitosis pueden liberar esta inmunoglobulina dimérica la luz del intestino y que funciona básicamente como un anticuerpo neutralizante cubriendo a los microorganismos, y tapando de esta manera los posibles sitios de unión con los receptores que va a haber en el epitelio. Los enterocitos no son meramente una barrera física, sino que también secretan citoquinas antiinflamatorias, en una situación normal, o proinflamatorias cuando ocurre un daño o el ingreso de bacterias a la membrana basolateral o basal del enterocito. Flora comensal A nivel del intestino del humano tenemos más microorganismos que seres humanos en esta Tierra. Son realmente muy importantes para entrenar al sistema inmunológico. Papel del epitelio en la modulación de la respuesta inflamatoria Existen pocos receptores de reconocimiento de patrones en la luz intestinal, mientras que la cantidad de estos es mucho mayor en la membrana basolateral o en la basal dando a lo que seria la lamina propia. La estimulación de los RRP apicales no genera una respuesta muy eficaz, como si se estimula los RRP que se encuentran en la membrana basolateral o basal. Por lo tanto, la bacteria que logre asentarse en la cara apical del enterocito no provocará mucha respuesta al unirse al receptor, mientras que si logra ingresar a lámina propia habrá más receptores y estos son más eficaces traduciendo la señal y podrán activar a los enterocito que pasarán de un perfil antiinflamatorio a un perfil proinflamatorio reclutando células del sistema inmune fagocíticas y linfocitos que le harán frente a ese antígeno. Si el enterocito se encuentra contacto con la microbiota comensal, comenzará a secretar moléculas, principalmente linfopoyetina de la estroma tímica, TSLP, y en menor medida prostaglandina E2. Estas moléculas actúan sobre las células dendríticas, que se encuentran en la lámina propia, y le inducen un perfil tolerogénico y secretan interleucina 10 y el factor de crecimiento transformante beta. Con un perfil de este estilo se favorece la expansión y la acción de las células T reguladoras, que a su vez siguen secretando factor de crecimiento transformante beta e interleucina 10, y, además, son antiinflamatorias. Si un antígeno llega a llegar a la membrana basolateral o basal o si algún antígeno destruye un enterocito y libera DAMP, el perfil de los enterocitos cambia y ahora secreta moléculas proinflamatorias estimulando a
4 | P á g i n a Organización células de las placas de Peyer y ganglios linfáticos A nivel del ganglio, en los folículos se encuentran los linfocitos B vírgenes, células dendríticas y es donde ocurre la colaboración T-B. Por otra parte, a nivel del ganglio en la paracorteza es donde se encuentran los linfocitos T vírgenes tanto CD4 como CD8, acompañados de células dendríticas y macrófagos. En ambos casos las células del sistema inmune llegan a través de las vénulas del endotelio alto. Folículo linfoide Formado por las células M. En sus invaginaciones está acompañado por linfocitos B, T, macrófagos y células dendríticas. Esta estructura puede estar relacionada con una placa de Peyer próxima o encontrarse de forma aislada. Célula M Son células epiteliales especializadas en la traslación de antígenos desde la luz intestinal hacia la lámina propia. Sus características son: → Alta capacidad endocítica. → Estrecho contacto con linfocitos, macrófagos y células dendríticas. → Presentan profundas invaginaciones que les permiten a las células inmunitarias acceder rápidamente el material que ha sido endocitado por la célula M. → Tiene escasa actividad degradativa en su endosoma.