PDF Google Drive Downloader v1.1


Báo lỗi sự cố

Nội dung text RESUMEN TEXTOS

CLASE 1 - “Ministerio de Salud de la Nación. Curso Salud Social y Comunitaria” (17- 20) Salud: concepto referido a promover, mantener y recuperar la salud desde un enfoque de equidad y de derecho. Sea cual sea la concepción de salud que tenga una determinada comunidad y sus integrantes, ésta orienta el modo en que la comunidad cuida y conserva la salud. En ello intervienen conocimientos, creencias, normas, tradiciones y valores. No es un concepto particular sino una construcción sociocultural relativa a cada momento histórico y a las diferentes culturas. “La salud no es sólo la ausencia de la enfermedad, sino que es algo positivo, una actitud gozosa ante la vida y una aceptación alegre de las responsabilidades que la vida hace recaer sobre el individuo”. “El estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad” OMS. “El estado de adaptación al medio y la capacidad de funcionar en las mejores condiciones en este medio”. “Es un recurso más de la vida cotidiana. La salud es un concepto positivo que comprende recursos personales y sociales, así como de capacidad física adecuada.” OMS. (Que un individuo o grupo pueda satisfacer sus necesidades y enfrentarse con el ambiente.) Para muchas personas estar sano es lo mismo que sentirse bien, esta sería una muy buena definición y hace alusión a la salud percibida. En otros casos, algunas personas se definen a sí mismas como sanas cuando saben o suponen que no están enfermas, aquí la salud se define por la ausencia de enfermedad. Dos conceptos de salud (construidas desde los saberes profesionales de las personas) - Salud como normalidad: mediante un examen a una persona se verifica que la serie de sus características se encuentran en valores normales. Este concepto se basa en la normalidad estadística, es normal lo que se observa con más frecuencia. - Salud como ausencia de enfermedad, cuando el médico busca en la persona signos (lo que se puede evaluar y ver) o síntomas (lo que la persona siente, el malestar) de las enfermedades con más probabilidades de ocurrir debido a su edad, antecedentes, características del ambiente donde vive, condiciones sociales y no los encuentra, concluye que la persona está sana o, mejor dicho, probablemente sana. En definitiva, la cultura es el escenario desde el cual miramos y concebimos la salud, por eso afirmamos que la salud es un concepto socialmente construido. - AIZENBERG M. “La salud, un derecho humano”
La percepción de la salud ha ido variando y resignificando a lo largo del tiempo, tanto desde el punto de vista hermenéutico como contextual. Gracias al avance de las ciencias sociales, se pudo entender la existencia de un proceso salud-enfermedad que incorpora otros fenómenos de la realidad con impacto en la salud. Deja así de ser un problema exclusivo de la profesión médica o de las políticas públicas sanitarias para adquirir dimensión social e interdisciplinar. El concepto de salud es amplio, complejo, dinámico, casi inabarcable. Equilibra aquellos variados componentes en términos de cantidad y calidad de vida y colabora en la realización de nuestros proyectos autónomos, individuales y grupales. Es un bien que permite el desarrollo sostenible, individual y social. Durante largo tiempo se consideró a la salud como ausencia de enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado que “la salud no sólo es la ausencia de enfermedad, sino un estado de completo bienestar físico y mental, en un contexto ecológico-social propicio para su sustento y desarrollo. La salud descansa en la esfera de prácticamente todas las interacciones, sociales y culturales y es, con ellas, un componente sinérgico de bienestar social”. La participación social ha cobrado un importante valor en el establecimiento de prioridades de la agenda pública del sector sanitario. Nacimiento y crecimiento de movimientos sociales: se han transformado en legítimos canales de participación ciudadana, dan a conocer las necesidades e intereses de actores comunitarios a los diferentes ámbitos de decisión de las políticas públicas (la ley de derechos del paciente, salud mental, fertilización asistida, igualdad de género, etc.). Derecho a la salud La persona es el eje y centro del régimen de protección universal de los derechos humanos. Estos son garantías jurídicas universales que protegen a individuos y grupos contra acciones que pretendan interferir o menoscabar sus libertades fundamentales y la dignidad humana. Además, están avalados por normas internacionales, gozan de protección jurídica, se centran en la dignidad del ser humano, son de cumplimiento obligatorio para los Estados y los agentes estatales, no pueden ser ignorados ni abolidos, son interdependientes y están relacionados entre sí, además de ser universales. Está reconocido en numerosos instrumentos internacionales y regionales que incluyen, tanto el derecho de acceso a los servicios de salud y asistencia médica, como el derecho a acceso al agua limpia potable, suministro de nutrición y vivienda adecuadas, condiciones sanas en el trabajo y el medio ambiente, acceso a la educación e información sobre cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud sexual y reproductiva (Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas). Según este agente, el derecho a la salud abarca cuatro elementos:
1) Disponibilidad. Se deberá contar con un número suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud, así como de programas de salud; 2) Accesibilidad. Los mencionados anteriormente deben ser accesibles a todos en cuatro dimensiones: no discriminación, accesibilidad y económica (asequibilidad) y acceso a la información; 3) Aceptabilidad. Estos establecimientos deberán ser respetuosos de la ética médica y culturalmente apropiados, a la par que sensibles a los requisitos del género y el ciclo de vida. 4) Calidad. Deberán ser apropiados desde el punto de vista científico y médico y ser de buena calidad. El derecho a la salud impone a los Estados Partes tres tipos de obligaciones: Respetar: no interferir en el disfrute del derecho a la salud ya que al adherirse a los pactos internacionales, pasa a ser garante de los derechos humanos (no perjudicar); Proteger: adoptar medidas para impedir que terceros interfieran en el disfrute del derecho a la salud y Cumplir: adoptar medidas de acción positiva para dar plena efectividad al derecho a la salud. Según la Observación, el derecho a la salud también comprende obligaciones básicas referidas al nivel mínimo esencial del derecho. Para guiar el proceso de establecimiento de prioridades se enumeran una serie de obligaciones básicas: servicios esenciales de atención primaria de la salud, alimentación esencial mínima que sea nutritiva, saneamiento, agua potable, medicamentos esenciales, adoptar y aplicar una estrategia y un plan de acción, deberán incluir indicadores y bases de referencia que permitan vigilar estrechamente los progresos realizados (habiendo utilizado todos los recursos disponibles); y deberán prestar especial atención a los grupos vulnerables o marginados. Entre los recursos utilizados se incluyen los provenientes del propio Estado y aquellos procedentes de la asistencia y la cooperación internacional, debiendo distinguirse así la incapacidad de un Estado de cumplir con las obligaciones contraídas en virtud del derecho a la salud y la renuencia a cumplirlas. Organización Panamericana de la Salud (OPS): “el goce de la salud es necesario para ejercer los Derechos Humanos y, al mismo tiempo, ejercer los Derechos Humanos contribuye de manera positiva al goce de la salud”. Obstáculos en la efectividad de los derechos: la arquitectura fragmentada y segmentada del sistema de salud argentino, la forma federal de gobierno con la reserva de facultades en materia sanitaria por parte de las provincias, la ausencia de una articulación efectiva, la distribución de los recursos económicos, humanos, materiales y tecnológicos. - SORUE H.E – “La evolución del concepto de salud” La evolución del concepto de salud
A lo largo de la distintas épocas y culturas, se han constituido diversos modelos o paradigmas sobre la salud. En el oriente no musulmán, el paradigma se centra básicamente en la noción de equilibrio energético, o sea la forma en que se combinan las radiaciones provenientes de la naturaleza (del interior y del exterior del planeta), con las propias del ser humano. El origen de tal paradigma está en la cosmovisión cultural oriental donde el camino de la perfección consiste en la progresiva armonía de la persona con el resto de la naturaleza. Las normas para el cuidado de la salud que de allí se implican consiste básicamente en la formulación de comportamiento para regular los intercambios energéticos. En el mundo occidental, en cambio, se sucedieron tres paradigmas en los últimos mil años. 1) El paradigma “humoral”, donde se advierte la influencia islámica, se basó en el equilibrio de los humores corporales. La enfermedad entonces suponía la ruptura del equilibrio humoral. Fluidos corporales son importantes, daban indicio para algún diagnóstico y a su vez, llevaba a diversas propuestas terapéuticas. 2) Pero con el progreso de la Revolución Industrial (1920) se introduce otro paradigma, denominado “mecanicista”, por la analogía que supone entre el cuerpo humano y la máquina a vapor: consumo de oxígeno, producción de calor y movimiento, eliminación de agua y residuos, etc. “La salud es el silencio fisiológico”, decía Claude Bernard y la enfermedad, consecuentemente, vendría a ser la anormalidad estructural, el disfuncionamiento, que se manifestaría en síntomas o signos, cuyo encadenamiento constituirán los síndromes que a su vez se corresponderán con entidades patológicas definidas. Pero no se trataban las enfermedades mentales porque no se veían. Cuando hay silencio fisiológico, en la máquina no hay fallas, dolor ni síntoma. A partir del concepto de monocausalidad, es decir la creencia basada en que la intervención de un agente infeccioso era el causante de la enfermedad, se descubrió la Microbiología, congruente con la cosmovisión cultural vigente. Gracias a este paradigma es que se conocen las bacterias, virus y hongos. La enfermedad es la desadaptación del organismo a su medio, sin que el enfermo sea responsable de ello. La recuperación se lograría bajo la única responsabilidad del médico, con fármacos alopáticos, por suplemento o compensación de deficiencias alimentarias y hormonales, por la inactivación de la causa, por el alivio sintomático, mediante extirpaciones quirúrgicas de las partes inservibles o perjudiciales de la máquina, y últimamente por la psicología. Este paradigma arribó al reduccionismo científico y a la superespecialización. Es decir que sólo se entiende al ser como órgano, cortando su cuerpo en piezas, que son las que conforman la máquina. Nos aleja de la humanidad y del concepto de salud. Se cambió la idea de una capacidad biológica igual para todos los seres humanos, implícita en el paradigma mecanicista, por otro llamado paradigma de “interacción entre sistemas”, que incluye tres sistemas evolutivos que interactúan para conformar un determinado estado de salud de una persona, un grupo o una comunidad: el sistema genético, que configura una capacidad más o menos favorable de las personas para

Tài liệu liên quan

x
Báo cáo lỗi download
Nội dung báo cáo



Chất lượng file Download bị lỗi:
Họ tên:
Email:
Bình luận
Trong quá trình tải gặp lỗi, sự cố,.. hoặc có thắc mắc gì vui lòng để lại bình luận dưới đây. Xin cảm ơn.