PDF Google Drive Downloader v1.1


Báo lỗi sự cố

Nội dung text La libertad del loco - 5tas Jornadas de Psicopatología I (2017) - Naparstek, F.-.pdf


37 la declaración de la locura: “sé muy bien lo que dice de mi la gente, pues no se me oculta la mala fama que tengo, aun entre los más necios, pero yo soy la única”. Nuevamente, el femenino. “la única que, cuando quiero, hago reír a los dioses y a los hombres”. Quería señalar estos dos aspectos de Erasmo, donde generaliza por un lado la locura y Lacan lo toma, y por otro que pone a la locura en términos femeninos, como decía hoy al comienzo la profesora Yanina Mazzoni respecto del término locura, ya se ve que en Lacan es mucho más amplio que la psicosis. Locura y psicosis no necesariamente van de la mano o abarcan el mismo espacio de saber. El segundo paso que hay que dar y que está en el título de esta conferencia es ligar la locura con la libertad. Hay al menos tres indicaciones a lo largo de la enseñanza de Lacan: una en 1946, otra en 1967 y finalmente otra en 1973. Cada una requeriría un trabajo en especial, no me voy a abocar a hacer la diferencia entre cada una, que podría ser un trabajo interesante de hacer, me voy a centrar especialmente en la referencia de 1967 que está hecha en un texto de Lacan, todavía inédito, que se llama “Pequeño discurso de J Lacan a los psiquiatras”, donde Lacan dice claramente que el loco es el hombre libre. Primero hay que indicar que no necesariamente la libertad es un término que en Lacan tenga un matiz positivo. Quiero decir, que hay algo en Lacan respecto de la libertad que él presenta como una vivencia de lo insoportable. Lo insoportable de la libertad. Quizás uno podría decir como Milan Kundera la insoportable levedad del ser. Es decir, que diga que el loco es el hombre libre no necesariamente supone en el horizonte que uno debería acercarse o pretender acercarse a esa libertad de la que habla Lacan. La otra cuestión, es que si pone al loco al lado de la libertad es que hay una cuestión ética en juego respecto de la locura. Cuestión sobre la cual voy a volver. En principio, ¿cuál es la idea de Lacan en esta época, 1967? que el loco es libre respecto de los ideales, respecto del Otro, que el loco prescinde del gran Otro y que prescindir del gran Otro supone una libertad. Sin embargo, por prescindir del gran Otro y de los ideales si ustedes quieren, en este caso si prescindir del Nombre del Padre, eso trae cierto sufrimiento. De hecho, en un momento Lacan habla de la presencia angustiante del objeto a. Y es interesante porque en otro momento Lacan habla de la tiranía del objeto a. Lo interesante es que de un lado está la libertad y del otro esta la tiranía. Y en términos simples, nos hemos abocado en ambas cátedras a trabajar la relación con el objeto a, no quiero hoy detenerme demasiado en eso, pero lo que plantea Lacan es que se trata de la presencia de las voces, habla de la alucinación verbal. Y da una indicación Lacan allí en el pequeño discurso a los psiquiatras, dice “el loco tiene el objeto en el bolsillo”. Yo he insistido mucho en esta referencia porque es una referencia tanto a la locura como a la época. De hecho, Lacan hace explícita la relación entre la locura y la época actual. Dice así Lacan: “cuanto más se somete a las transformaciones de la ciencia, más domina toda nuestra vida cotidiana hasta la incidencia de nuestros objetos a”; es importante ubicar que acá se trata de plural. “Yo no puedo quedarme aquí, pero si alguno de los frutos más tangibles que ahora ustedes pueden tocar todos los días de lo que devenga de los progresos de la ciencia, es que los objetos a se meten en todas partes. Aislados, solos y siempre listos a sorprenderlos en el primer encuentro, solo hago alusión aquí a la existencia de lo que se llama la mass media (los medios de comunicación). A saber, esas miradas errantes y esas voces caprichosas de las cuales están destinados muy naturalmente a estar rodeados cada vez más sin que haya para soportarlas otra cosa (...) el sujeto de la ciencia, que se les mete por
los ojos y por las orejas”. Es decir que Lacan compara al loco que vivencia esas voces, con la época actual donde nos meten esas voces por todas partes y esas miradas errantes. No deja de sorprenderme, Lacan de 1967, la anticipación que él tenía de lo que viene sucediendo. En 1967 no había una cámara mirándonos en todas las esquinas. No entrábamos a un bar todavía donde había 10 pantallas diferentes sonando de diversas maneras. Es decir que casi diría que el único lugar que no está bajo la mirada, quizás mañana tengamos una nueva experiencia de eso, es cuando uno entra a votar. Es decir que se supone que ahí no nos están filmando. Acá me dicen “no sabemos”, sí, la vivencia de la paranoia es generalizada, efectivamente. Es decir que las cámaras están en todos lados y Lacan anticipaba en 1967 la presencia de la mirada en todos lados, y la compara con la presencia de la mirada para el psicótico en este caso, y de las voces. Aunque en la entrevista (referencia a Lacaniana) él dice que no es pesimista. Efectivamente, no es pesimista, pero el punto cambia. Y uno podría decir, todo el mundo está loco, pero también podría decir el mundo está loco. Y no es una expresión de nostalgia, es decir, no creo que sea mejor ni peor que antes, no creo que la posición de Lacan sea una añoranza al Nombre del Padre. Vamos a ver que el Nombre del Padre tenía sus cosas, si se puede decir. Es decir, que todo el mundo tiene su locura, si extendemos el concepto de locura, pero a la vez, el devenir del mundo y el mundo actual, está muy cercano de la locura tal cual la entiende Lacan. Y no es decir que está loco porque pasan cosas raras sino en términos estructurales. Porque cada vez más se prescinde de los ideales, cada vez más se prescinde del Nombre del Padre y eso trae como consecuencia la presencia del objeto a. La otra cuestión que Lacan sitúa en esta misma conferencia un poco antes del párrafo que les leía, no les digo la página porque es inédito, es lo que uno podría llamar el horror a la locura. El horror al loco. Y un horror que tiene un afecto muy especial que es el afecto de la angustia. La idea de Lacan es que frente al loco estamos angustiados. Y él justamente lo indica cuando da cuenta de que el loco tiene el objeto en el bolsillo, él dice “digamos, tiene su causa en el bolsillo, es por eso que es un loco, es por eso que uds tienen delante de él un sentimiento muy particular. Ese sentimiento es el sentimiento de angustia.” Y les está hablando a los psiquiatras, se pregunta ¿cómo vamos a abordar la locura si frente al loco estamos angustiados? “Alguno que del psicoanálisis se ocupe algún día verdaderamente del loco” es una apuesta de Lacan que alguien alguna vez se ocupe del loco verdaderamente. Y él dice, que los que podrían en principio ocuparse del loco son aquellos que tiene un fin de análisis. Es decir que habría que terminar el análisis propio para no angustiarse ante el loco. Cosa que no es un hecho concreto, es decir, nos ocupamos del loco y no le pedimos a la gente que tenga un fin de análisis ni mucho menos. Pero es una indicación de Lacan que lleva al extremo. Y allí, toma a M Foucault en Historia de la locura, porque la idea de Foucault es que como uno se angustia ante el loco, lo mejor que han encontrado con el loco es encerrarlo. Y encerrar al loco es una manera, quiero decir al loco en su generalidad, habrá que ver cuándo conviene o no que una persona tenga una internación. Pero encerrar al loco, dicho de esta manera como única respuesta ante la locura, ha sido una manera de maltratar al loco. Lacan lo retoma en este punto y pone el desafío de cómo vamos nosotros los psicoanalistas a enfrentar al loco. En Freud, de alguna manera también hay algo de esto, quizás no está indicado respecto de la locura, sí especialmente de lo femenino, cuando Freud habla del horror a lo femenino. Y hay

Tài liệu liên quan

x
Báo cáo lỗi download
Nội dung báo cáo



Chất lượng file Download bị lỗi:
Họ tên:
Email:
Bình luận
Trong quá trình tải gặp lỗi, sự cố,.. hoặc có thắc mắc gì vui lòng để lại bình luận dưới đây. Xin cảm ơn.