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Content text Teórico 14 - Identificaciones.pdf

Identificaciones. Nueva cátedra Psicopatología 1. Dr. Prof. Fabián Naparstek. 5 de setiembre 2011. Teórico 14. Voy a comenzar resumiendo lo que había planteado la vez pasada y aportando unos elementos más. Luego trabajaremos con el tema de la Identificación. Habíamos hecho un pequeño cuadro tomando al síntoma como un compuesto, siguiendo a Freud, y toda la clase giró alrededor de tratar de aislar, de separar, para analizar el síntoma separando sus elementos. Así fue que separamos un elemento funcional de este compuesto sintomático con lo que Freud llama el plus de energía propio de la pulsión, ligado también a lo que en “Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad” 148 llama “Puro autoerotismo”. Luego ubicamos el aspecto de la fantasía, con las características propias de la fantasía. Recuerdan que Freud plantea a la fantasía como equivalente a la realidad psíquica, y que la realidad psíquica es la que cuenta en la neurosis. Pero devienen al menos dos ventajas: una, como lo plantea en la Conferencia 23149, es el ahorrarse de reconocer el haberse entregado al onanismo. Otra, el agregarle un objeto a la pulsión, que carece de objeto predeterminado en la especie. Entonces vimos cómo la fantasía hace de marco para que esta energía pulsional se exteriorice y para que se descargue a través del onanismo. Freud ubica aquí un primer tiempo, en que se produce el onanismo como soldadura, fusión, al cual se le agrega la fantasía. Al puro autoerotismo se le agrega la fantasía, que es este onanismo fantasioso que Freud describe en “Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad”. Luego vimos cómo Freud señala que, una vez que esto se ha instalado, para que aparezca el síntoma tienen que darse 3 condiciones que no son el síntoma en tanto tal, sino las condiciones necesarias: 1) Haber abandonado la masturbación. Esto sigue la lógica de que, si no se descarga la energía mediante la masturbación, queda la energía allí acumulada y hay que descargarla de alguna manera. 2) Y esta es correlativa con lo anterior: Que no encuentre una manera sustituta o alternativa de descarga de la energía. 3) Que la fantasía pase de la conciencia al inconsciente. Una vez que se dan esas tres condiciones podría advenir el síntoma como una manera de descarga de esa energía pulsional, pero que ya está enmarcada en la fantasía. Y habíamos agregado, siguiendo la Conferencia 23, cómo Freud ubica a la fantasía como un eslabón intermedio en la formación de síntomas. Se ve muy bien la metáfora de los eslabones, cómo son elementos que se van encadenando. Pero con una función especial: la fantasía es lo que permite que algo de lo pulsional se descargue vía síntoma. Si no hubiera fantasía como eslabón intermedio, no habría manera de que eso fuese descargado a través del síntoma. Luego avanzamos un paso más y ubicamos esto en primer término con el caso Dora150, distinguiendo los dos elementos que son: los sentidos del síntoma y lo somático. Les propuse una lectura de esto -es una lectura, hay otras-, pero les propongo la que sigue: esta 148 - Freud, S. (1908). Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad. Obras Completas, tomo IX. Op. Cit. 149 - Freud, S. (1917). 23a conferencia: Los caminos de la formación de síntomas. Obras Completas, tomo XVI. Op. Cit. 150 - Freud, S. (1905). Fragmento de análisis de un caso de histeria. Obras Completas, tomo VII. Op. Cit.
idea freudiana, con cierta orientación en Lacan, que es ubicar lo somático ligado directamente a lo pulsional -está dicho en los términos de Freud-. Por lo cual, les propuse llamar lo zonático con Z para enfatizar la relación que tiene lo somático con la zona erógena. Freud dice que determinada zona erógena había tenido en Dora una prevalencia especial, hablando de esa zona erógena oral, que Dora había sido una chupeteadora. También, veíamos cómo los síntomas descriptos en el historial están ligados a esta zona erógena. Por otro lado, Freud ubica los sentidos. Todos los sentidos remiten a un sentido que es el síntoma, que realiza una relación sexual, fantaseada; que en el caso Dora es esa fantasía -por lo menos hasta donde llega el caso de Dora con Freud-, era esa fantasía que yo les recordaba: ella chupándose el dedo y tocándole la oreja al hermano. Y se ve muy bien cómo allí, la fantasía, ubica un partenaire, esto ya implica al hermano. No es la zona erógena sola, total, sino que hay un partenaire, un objeto. De esta manera veíamos cómo, en esta fantasía, se realizaba algo de lo pulsional oral en Dora; pero a la vez, se encuentran los múltiples sentidos que ustedes han encontrado en el historial de Dora y que son las interpretaciones que se pueden ligar a los síntomas como la afonía, en relación a la ausencia de la Sra. K... y que Freud dice que puede haber múltiples sentidos en el tiempo y a la vez, no es incompatible. Una cosa puede ser blanco y negro a la vez, eso no es un problema para el inconsciente, todo lo contrario. Pero que esta multiplicidad de sentidos remitía a este sentido ligado a la fantasía. Si ustedes quieren, en Freud, hay una idea de que la pulsión es muda, así lo plantea Freud. En este caso podemos tomar la mudez de la pulsión que, a partir de la fantasía, dice algo; enmarcado en esa fantasía que es equivalente -se acuerdan de que acá también poníamos el trauma-. En algún sentido el trauma también es mudo, porque Freud decía: el trauma es un plus de energía que entró al aparato y no pudo ser descargado, y que cuando uno dice “Mi trauma es tal” ya se le está poniendo un sentido. A partir de esto, se puede dar esta multiplicidad de sentidos; a partir de que se enmarca una fantasía pueden advenir los múltiples sentidos. La idea de Freud es como lo plantea en “Pegan a un niño” 151. Freud plantea que hay una estructura gramatical de la fantasía “Pegan a un niño”. Ser pegado... son variaciones gramaticales. Y la idea de Freud de esa época es que, efectivamente, la fantasía tiene una estructura gramatical, para distinguirlo de lo que sería la retórica como la multiplicidad de los sentidos. Es decir que, si nosotros partimos de la idea de que el síntoma habla y quiere decir algo, esto le da base para pensar un síntoma compuesto. Porque si sólo recortamos el aspecto retórico del síntoma, si sólo recortamos el aspecto de “lo que quiere decir” el síntoma, estamos recortando un solo elemento y no tenemos en cuenta que el síntoma es un compuesto. Es más, si nosotros recortamos sólo ese aspecto, vamos a ver más hacia el final de su obra que nos vamos a chocar siempre con la roca del síntoma. Esto está ya al comienzo de su obra, este aspecto del síntoma, uno se choca en la clínica todo el tiempo con este aspecto del síntoma. Freud lo dice en el historial de Dora152: Lo que hace que el síntoma se repita, es esta colaboración somática. Lo que está indicando es que si uno interpreta el síntoma y permite que caiga algún sentido -por ejemplo: “El síntoma es porque la Sra. K está ausente”-, no está mal, es un sentido válido; pero puede ser un efecto temporario y al otro día reaparece, como tos, como afonía, bajo el disfraz psíquico que sea. Es decir que, si sólo tomamos ese aspecto del síntoma, hay algo que queda 151 - Freud, S. (1919). Pegan a un niño. Obras Completas, tomo XIX. Op. Cit. 152 - Freud, S. (1905). Fragmento de análisis de un caso de histeria. Obras Completas, tomo VII. Op. Cit.
totalmente sin conmover y que está enmarcado en la fantasía; y es la idea con la que Freud comienza en la Conferencia 23. En la Conferencia 23 Freud comienza diciendo, entonces, que para que alguien esté curado hay que tocar la capacidad de formar nuevos síntomas; no alcanza con que el síntoma desaparezca. ¿Por qué no alcanza? Porque si no se tocó la capacidad de formar nuevos síntomas, el síntoma no desapareció. El síntoma es una especie de Terminator. Si uno le da sentidos, uno cree que desapareció; pero al ratito aparece atrás de uno y vuelve, y vuelve. Finalmente, esto lo demuestra la clínica. Yo insisto en este aspecto porque esto marca claramente, frente a esto que es un hecho de la clínica, que si uno lo descubre no hay retroceso. Frente a eso hay que tomar una posición ética para pensar tanto la psicopatología como para pensar la clínica. Algo de eso mencioné la vez pasada respecto de las terapias conductuales. Trauma. Plus de Excitación. Pulsión autoerótica. Zona erógena. Escena traumática Fantasía (falsa seducción). Onanismo como Soldadura. Agrega objeto. Síntoma. Múltiples sentidos. (Tiempo cero) (Tiempo 1) (Tiempo 2) Dora: fijación oral. Dora: Fantasía de ella y el hermano. Dora: diferentes sentidos del síntoma. ¿Los síntomas o EL síntoma? A partir de estas formulaciones referidas a la Histeria, se abre la pregunta de cómo ubicar ese elemento pulsional en la Neurosis Obsesiva. No lo voy a desarrollar ahora, pero ustedes deben reconocer aquello que Freud llama el “swang” en el síntoma obsesivo. Lo que hace que una y otra vez se repita y que le dé una fuerza en el falso enlace. La fuerza desmedida que tiene el pensamiento. El afecto está descolocado respecto de un representante y lo desmedido es cómo se impone ese representante; y ahí tenemos un aspecto pulsional. Pero siempre se hace más difícil ubicar el afecto, lo pulsional, porque está en el pensamiento y no en el cuerpo. Amén de que en Freud siempre está la idea de que en el trasfondo de la Neurosis Obsesiva está la Histeria, como neurosis de base. Entonces, hemos visto dos elementos que son heterogéneos entre sí. Daba el ejemplo del agua y el aceite, pueden reunirse en un compuesto a partir de la intervención de la fantasía. Esta noción del síntoma compuesto quizás permita pensar las características del síntoma en las neurosis actuales porque, de alguna manera, cuando Freud dice que no tienen mecanismo psíquico, uno podría decir desde esta perspectiva que las neurosis actuales no logran hacer del síntoma un compuesto. Es decir que son síntomas que muestran en carne viva el aspecto pulsional. Porque, lo que dice Freud, es que finalmente la presentación de angustia del síntoma de la neurosis actual no es más que el afecto energético que se manifiesta como angustia sin ningún sentido, como plantea Lacan en la última parte de su enseñanza. Quizás, más adelante pueda dar algunas indicaciones de esta noción de síntoma en Lacan. No del primer Lacan; porque el primer Lacan pone el énfasis en el sentido del síntoma, sino un Lacan posterior al cual volveremos más adelante. Bueno, creo que la semana pasada habíamos hecho más o menos este recorrido.

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