Content text Con precaución (Libro 2 With & Without).pdf
2 La promesa de un hermano. La promesa de un amante. Ambos podrían ponerlos a todos en riesgo mortal. Remington Lassiter hace todo lo posible para no meterse en problemas mientras aprende a ser un hombre lobo. Pero cuando su hermano menor aparece cubierto de hematomas, finalmente decide llevar a su padre abusivo ante la justicia. Para eso, debe hacer frente a un pasado doloroso. Un pasado tan oscuro que lo persigue en sueños. Jake Romero, un investigador privado con una imagen de chico malo, se da cuenta que se trata de un trabajo perfecto cuando Remi le pide ayuda. Desde la primera vez Remi se convirtió en hombre lobo para salvar su vida, Jake ha estado luchando para mantener sus demonios internos a raya. Está dividido entre el deseo de contarle a Remi que están destinados a ser compañeros de vida, y la necesidad de dejar que Remi primero se acostumbre a su vida de hombre lobo. Jake hará cualquier cosa para proteger a Remi y para ayudarlo a romper el ciclo de abuso que ha sufrido toda su vida, pero en su investigación está a punto de descubrir algo mucho más siniestro y mas peligroso de lo que nunca imaginó. Un pasado que podría poner las vidas de todos en peligro.
4 Sus piernas estaban más altas, exponiéndose más, y esa lengua lavaba su perineo y bajaba. «Riiiing». La lamida continuaba. Remi trató de concentrarse en las habilidosas caricias sobre el perineo y el aliento sobre sus bolas. Era tan... «Riiiing». Alto. Eso era alto como si estuviera justo al lado de su oreja. Vio alrededor, sus dedos dejaron el oscuro cabello. No recordaba dónde estaba el teléfono. El timbre de nuevo, el húmedo calor desapareció de su pene. «¿Qué...?» Parpadeó y abrió bien los ojos, Remi los cerró a causa de la luz del sol que entraba por la ventana. «Mierda». Olvidó cerrar la cortina, o mejor dicho la manta que usaba como cortina, de nuevo. ¿Qué día era? Oh sí, sábado. Acababa de terminar veinticuatro horas de trabajo, veinticuatro largas horas. Su erección matutina palpitaba. La húmeda punta descansaba en su bajo abdomen. Envolviendo su mano alrededor, apretó pensando en el delgado atleta. —Joder. «El sueño». —Había tenido ese maldito sueño una y otra vez. Bueno, si no hubiera sido por el timbre. El teléfono estaba... «Riiiing». Mi teléfono móvil. Tomó el teléfono y vio el reloj despertador, 7:02 a.m. Ese era Chay invitándole a ir a correr, Remi quería ahorcarlo. Tomó el teléfono y lo abrió antes de su cuarto timbre. —¿Si? —Remi. —La voz de Sterling se quebraba—. Está sucediendo de nuevo. Por favor, ven por mí. No puedo quedarme aquí. Ven por mí.